Los Runrunes de Bocaranda de hoy 04.04.2017

ALTO

¿CONSEJO DE DEFENSA?:

Comenzando por no ser el sitio adecuado para dirimir la “ruptura del hilo constitucional” como lo ratificó la Fiscal General Luisa Ortega Díaz. Sin embargo, en esa reunión a la que ella no asistió pues “no la pudieron ubicar”, hubo momentos de tensión donde se achacaban las culpas y errores de lo acontecido entre los convocados, unos a otros. La bravata de Maduro no se escondió. La pregunta a Mikel Moreno como presidente del TSJ estaba centrada en el por qué no se la había leído antes de su presentación ya que fue redactada por el magistrado Juan José Mendoza, sin presentársela antes para su revisión (están peleados) y cuya aprobación pensaron estaba ordenada y entubada. Fue el momento más difícil vivido por Maduro y su entorno desde noviembre (cuando se sintieron en peligro de ser sacados por la fuerza) por la posición pública, veraz y oportuna (y en primera plana del oficialista Ultimas Noticias) de la jefa del Ministerio Público. Ya desde el día antes había suspicacias rondando pues el ministro de la Defensa no había logrado un pronunciamiento de apoyo al TSJ hasta no ver como se desarrollaban los acontecimientos tras el “golpe frío de rojos adulantes que se sintieron por encima de todos los poderes escupiendo, una vez más, sobre la Constitución más irrespetada del mundo”. Allí comentaron que el país estaba a punto de una guerra interna y por eso la urgencia de convocarlo hasta la medianoche. El “estado de conmoción” estaba allí adentro. La realidad es que Maduro le había pedido al “jurisconsulto” de Miraflores, Elvis Amoroso, enviar una petición al TSJ para una “interpretación de la autorización dada por el Consejo de Ministros al Ejecutivo para vender parte de las empresas mixtas”.  Las consultas hechas al Procurador Reinaldo Muñoz aprobadas. El meollo de todo es el afán de buscar como recoger entre 15 a 20 mil millones de dólares para superar la crisis creada tras el dispendio, la corrupción y las improvisaciones gubernamentales de Nicolás y su combo. Recordemos que ese tipo de compromisos internacionales debe ser aprobado por la Asamblea Nacional y es lo que exigen los organismos bilaterales, multilaterales y los entes financieros globales. Al presentar la petición al TSJ, dadas las divergencias existentes entre los miembros de la Sala Constitucional, el magistrado Mendoza, en un exceso de ganar puntos con Maduro y Cilia se lanzó por un excesivo barranco lisonjero que los demás magistrados aceptaron como órdenes de Miraflores. Los siete firmaron sin chistar. Federico Fuenmayor firmó como suplente de Gladys Gutiérrez que está en España de permiso. Cuando el sábado plantearon “echar para atrás las sentencias” reviró el magistrado Arcadio Gutiérrez (el único de los siete que cumple con todos los requisitos legales y constitucionales) diciendo que eso ya era un hecho cumplido y que él no se retractaría de su firma pues eso era totalmente ilegal. Por más que le explicaron que el TSJ sería el único “con potestad para corregir sus propias decisiones”. La reunión al día siguiente de Nicolás con la Fiscal General fue “amigable” y en presencia de la almiranta Meléndez, ministra del despacho, y el alcalde Jorge Rodríguez. Se dice que lo que busca Maduro es que la Fiscal no actúe contra los magistrados firmantes pidiendo un antejuicio o su destitución. El sábado el régimen siguió metiendo la pata públicamente dejándose ver las costuras de la dependencia y sumisión absoluta de todos los poderes al presidente y al vicepresidente. No dándose cuenta del rechazo de los diplomáticos acreditados en el país cuando se negaron a comparecer a una “rueda de prensa informativa” en la sede del TSJ por invitación oficial de la feroz canciller (confirmaron solo 5), la primera aparición de los magistrados jefes de las distintas salas del Tribunal para informar a la prensa la hicieron acompañados del vicepresidente Tareck el Aissami quien buscaba así mejorar su imagen -muy deteriorada en las últimas semanas tras la acusación estadounidense- pero que demostraba la intromisión del poder ejecutivo en el poder judicial. Cerraron la transmisión y reanudaron sin él…

LA PROCESIÓN:

TalCualdigital.com lo describió con precisión: “Al circo del chavismo comienzan a crecerle los enanos. La posición hecha pública por la fiscal general Luisa Ortega Díaz, cuando denunció que las sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que arrebatan funciones a la Asamblea Nacional, violan el orden constitucional, son el último eslabón, por ahora, de confrontaciones internas de la cabeza del Ministerio Público con el status quo del chavismo. Desde 2016, cuando la oposición ganó la Asamblea Nacional y demostró ser mayoría en el país, se ha mostrado menos comprometida con el madurismo. Por ejemplo, algunas investigaciones políticas contra opositores han sido dilatadas o por completo desestimadas –como aquellas citaciones a Carlos Ocaríz y David Smolansky del Sebin que el Ministerio Público aclaró no respondían a proceso alguno contra ellos- y ha acudido al Parlamento a presentar su informe de gestión cuando ha debido hacerlo. Es decir, ha mostrado una actuación institucional, más apegada a las normas. En diciembre de 2016, cuando le tocaba asumir por rotación la dirección del Consejo Moral Republicano, se ratificó en el cargo al defensor Tarek William Saab, quien sí habló el martes 28 validando la sentencia 155 del TSJ. Un artículo publicado por Aporrea entonces aseguraba que la razón por la que la Fiscal no habría sido elegida para este cargo, es que no ha sido clara con su posición política y prefirieron “evitar complicaciones” a futuro. Dentro de la Fiscalía se dice que Ortega Díaz llegó siempre respaldada por Diosdado Cabello, pero desde hace un tiempo ha ido rompiendo tales amarras. Por ejemplo, nos cuentan que en enero de 2017 decidió sacar a todos los directores del Ministerio Público que respondían a los lineamientos del diputado del Mazo Dando. En retaliación, el contralor general Manuel Galindo mandó a reparo todas las declaraciones juradas de directores y subdirectores de la Fiscalía. Recordemos que Galindo es ficha de Cilia Flores y que justamente la “primera combatiente” quiso imponer a la exmagistrada (y su comadre) Miriam Morandi -la juez que tuvo en sus manos los casos de Iván Simonóvis, Henry Vivas, Lázaro Forero y “Mazuco” y fue captada viajando con un narcotraficante- como nueva Fiscal General en 2014 cuando Ortega fue ratificada en el cargo”. Fue apoyada por Cabello…

INTERROGANTE:

¿Maduro resolvió un impasse o lo sorprendió un desesperado golpe de aquellos que saben que todo el globo los tiene en la mira? ¿Se evidenciaron demás?… 

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