¡SACADO DE HOLLYWOOD! Exagente italiana detalla cómo le fue “inoculado” el cáncer a Chávez
El portal Noticias 24 reprodujo el extracto de una entrevista realizada por el padre y periodista Numa Molina a la exagente italiana, Mary Pace, quien relató cómo le habría sido “inoculado” el cáncer al fallecido Hugo Chávez, así como también, habló de dos atentados que habría preparado Estados Unidos contra el exmandatario que no llegaron a concretarse.
La italiana asegura que durante cierto tiempo, Estados Unidos entrenó a dos perros “kamikazes” para provocar la muerte de Chávez y que el cáncer le fue activado mediante un dispositivo que emitía intensas radiaciones.
Acá le dejamos el extracto completo de la insólita revelación:
“Después de una travesía un tanto larga llegué a un pequeño pueblo de la región del Lazio, al sur de Roma allí me encontré con Mary Pace quien fuera agente de la inteligencia italiana por 45 años.
Mary es periodista con trece libros publicados y una vastísima experiencia en temas de seguridad a nivel internacional. Sostiene haber sido la persona que dio a la CIA las coordenadas donde se encontraba Osama bin Laden por el que el gobierno de los Estados Unidos ofrecía una alta suma de dinero como recompensa, la cual nunca le fue entregada.
La experta en inteligencia tiene en su haber una investigación sobre dos de los atentados contra “el Comandante Eterno, Hugo Chávez” como textualmente lo llama en su último libro al que titula Ennegrecida de Rabia. En esa obra explica cómo el cáncer que le causó la muerte al presidente fue provocado. Pace incursiona también en la vida de otros políticos ya fallecidos, entre ellos Muamar Gadafi y otros personajes importantes que han sido desaparecidos por el terrorismo norteamericano.
Tratándose de la vida del presidente Chávez narra lo siguiente: ‘En aquella específica ocasión, la Inteligencia americana predispuso un atentado muy particular.
La operación preveía el empleo de algunos perros. El gobierno de USA había optado por retomar las mismas técnicas bélicas ya conducidas en su tiempo por el contraespionaje alemán, las cuales, a las órdenes del General Reinhard Gehlen, habían operado sobre el Frente Orienrtal durante la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto a la operación específica con el Presidente de Venezuela, la CIA estaba entrenando algunos perros de gran tamaño. Estos animales los ponían al cuidado amoroso de unos entrenadores quienes desarrollaban su tarea dándoles todo el afecto posible. Pero cada día se presentaba a la caseta donde vivían los perros un hombre corpulento cuyo físico era similar al de Chávez a tal punto que parecía un doble. Llevaba la ropa que usaba de costumbre el Presidente venezolano.
Un elemento decisivo era que la ropa que llevaba era impregnada del verdadero olor personal de Chávez. Este doble no pronunciaba una sola palabra, permanecía completamente mudo mientras se transmitía la voz grabada del verbo de Chávez. El tal doble de Chávez se divertía golpeando y torturando atrozmente a los cachorros.
El suplicio se repetía sistemáticamente cada día mientras que los entrenadores eran muy amorosos en el trato a los perros. No obstante esta seráfica situación, los perros eran obligados a duros sufrimientos físicos y a violencia psicológica.
Esta operación pasó después a una fase sucesiva. Ya no era necesaria la presencia del doble de Chávez. Se inició entonces a transmitir la voz del Presidente venezolano o bien a oler una ropa que emanara el olor de éste.
Los animales de dulces y alegres se transformaban inesperadamente en feroces y rabiosos. Cuando ya eran adultos, ellos habían aprendido a alimentar un odio profundo adverso a los tales elementos auditivos y olfativos que habían experimentado.
Para ese momento todo estaba ya a punto y la operación podía efectuarse en cualquier momento. Los perros serían llevados a una plaza pública donde Chávez tuviera un acto. Los animales llevarían sacos adosados a sus cuerpos contentivos de un potente explosivo.
A los Servicios de Seguridad presidencial no les llamaría la atención estos animales, si tomamos en cuenta que ya resulta difícil la protección de un personaje monitoreando sólo las personas que lo rodean. A ninguno de la seguridad de Chávez le hubiese pasado por la cabeza una operación de este género la cual requería poquísimos instantes para ejecutarla.
Los perros “kamikaze” una vez que los dejaran libres para correr por la plaza se abalanzarían directamente contra Chávez y cuando estuvieran lo suficientemente cerca los agresores activarían a control remoto la carga de explosivos que llevaban. Aquella operación fue preparada al más mínimo detalle. Se caracterizaba por su mortal eficacia”.
Mary señala que si no hubiese sido porque la embajada de Venezuela ante el estado Italiano escuchó su denuncia, la que permitió neutralizar el atentado, con seguridad la CIA hubiese logrado concluir positivamente la misión.
Mary señala que luego armaron una operación ulterior también con perros, para que en el momento del despegue del avión presidencial, salieran de los alrededores y atacaran el avión también portando explosivos. Ciertamente que las explosiones pretendían afectar el tren de aterrizaje, aunque, si no alcanzaban a dañar el avión, sí comprometerían seriamente su posterior aterrizaje.
Señala nuestra entrevistada que inmediatamente después de la desclasificación por parte del Ejercito de los Estados Unidos de algunos documentos, para que pudieran ser consultados gracias a la ley de Freedom of Information Act, fue difundido un estudio hecho por el Pentágono ya para el 1948 el cual tenía como objeto la creación de un arma de radiación y en 1969 después de varias investigaciones se llega a la conclusión de que un sistema de tal naturaleza al aplicarlo era capaz de producir graves patologías o directamente la muerte de la persona.
Según Pace se trata de un instrumento que emite radiaciones continuas de alta frecuencia entre 1 y 2 GHz llamado “CTX 4000” y dispone de una potencia de un kilovatio. Cuando se apunta con él sobre un objetivo humano por un determinado período de tiempo es capaz de ocasionar “serios e irreparables daños a la salud” y agrega que a esto “se une la circunstancia de que la Embajada de Los Estados Unidos en Venezuela fue en verdad el cuartel general de la Inteligencia. Ella fungía de base de apoyo para un copioso número de agentes los cuales desarrollaban constantemente sobre el territorio venezolano ilícitas actividades clandestinas” y basada en esta información que la exagente italiana maneja afirma que es ‘altamente probable que tal instrumento fue empleado incesantemente por los estadounidenses, con el fin de provocar la letal forma tumoral al Presidente Chávez’.
La ex agente Pace también deja claro en su libro que según algunos dossier de la estadounidense National Security Agency, NSA, Chávez estaba dentro de los seis objetivos principales de la inteligencia americana ya desde el 2007.
La patología que golpeó la salud de Chávez era sumamente rara y extremadamente insidiosa a decir del actual presidente Nicolás Maduro. En el historial médico de la familia Chávez nunca se habían manifestado casos de cáncer por lo que su enfermedad no tenía que ver ni siquiera con una predisposición genética”.
Mary es periodista con trece libros publicados y una vastísima experiencia en temas de seguridad a nivel internacional. Sostiene haber sido la persona que dio a la CIA las coordenadas donde se encontraba Osama bin Laden por el que el gobierno de los Estados Unidos ofrecía una alta suma de dinero como recompensa, la cual nunca le fue entregada.
La experta en inteligencia tiene en su haber una investigación sobre dos de los atentados contra “el Comandante Eterno, Hugo Chávez” como textualmente lo llama en su último libro al que titula Ennegrecida de Rabia. En esa obra explica cómo el cáncer que le causó la muerte al presidente fue provocado. Pace incursiona también en la vida de otros políticos ya fallecidos, entre ellos Muamar Gadafi y otros personajes importantes que han sido desaparecidos por el terrorismo norteamericano.
Tratándose de la vida del presidente Chávez narra lo siguiente: ‘En aquella específica ocasión, la Inteligencia americana predispuso un atentado muy particular.
La operación preveía el empleo de algunos perros. El gobierno de USA había optado por retomar las mismas técnicas bélicas ya conducidas en su tiempo por el contraespionaje alemán, las cuales, a las órdenes del General Reinhard Gehlen, habían operado sobre el Frente Orienrtal durante la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto a la operación específica con el Presidente de Venezuela, la CIA estaba entrenando algunos perros de gran tamaño. Estos animales los ponían al cuidado amoroso de unos entrenadores quienes desarrollaban su tarea dándoles todo el afecto posible. Pero cada día se presentaba a la caseta donde vivían los perros un hombre corpulento cuyo físico era similar al de Chávez a tal punto que parecía un doble. Llevaba la ropa que usaba de costumbre el Presidente venezolano.
Un elemento decisivo era que la ropa que llevaba era impregnada del verdadero olor personal de Chávez. Este doble no pronunciaba una sola palabra, permanecía completamente mudo mientras se transmitía la voz grabada del verbo de Chávez. El tal doble de Chávez se divertía golpeando y torturando atrozmente a los cachorros.
El suplicio se repetía sistemáticamente cada día mientras que los entrenadores eran muy amorosos en el trato a los perros. No obstante esta seráfica situación, los perros eran obligados a duros sufrimientos físicos y a violencia psicológica.
Esta operación pasó después a una fase sucesiva. Ya no era necesaria la presencia del doble de Chávez. Se inició entonces a transmitir la voz del Presidente venezolano o bien a oler una ropa que emanara el olor de éste.
Los animales de dulces y alegres se transformaban inesperadamente en feroces y rabiosos. Cuando ya eran adultos, ellos habían aprendido a alimentar un odio profundo adverso a los tales elementos auditivos y olfativos que habían experimentado.
Para ese momento todo estaba ya a punto y la operación podía efectuarse en cualquier momento. Los perros serían llevados a una plaza pública donde Chávez tuviera un acto. Los animales llevarían sacos adosados a sus cuerpos contentivos de un potente explosivo.
A los Servicios de Seguridad presidencial no les llamaría la atención estos animales, si tomamos en cuenta que ya resulta difícil la protección de un personaje monitoreando sólo las personas que lo rodean. A ninguno de la seguridad de Chávez le hubiese pasado por la cabeza una operación de este género la cual requería poquísimos instantes para ejecutarla.
Los perros “kamikaze” una vez que los dejaran libres para correr por la plaza se abalanzarían directamente contra Chávez y cuando estuvieran lo suficientemente cerca los agresores activarían a control remoto la carga de explosivos que llevaban. Aquella operación fue preparada al más mínimo detalle. Se caracterizaba por su mortal eficacia”.
Mary señala que si no hubiese sido porque la embajada de Venezuela ante el estado Italiano escuchó su denuncia, la que permitió neutralizar el atentado, con seguridad la CIA hubiese logrado concluir positivamente la misión.
Mary señala que luego armaron una operación ulterior también con perros, para que en el momento del despegue del avión presidencial, salieran de los alrededores y atacaran el avión también portando explosivos. Ciertamente que las explosiones pretendían afectar el tren de aterrizaje, aunque, si no alcanzaban a dañar el avión, sí comprometerían seriamente su posterior aterrizaje.
Señala nuestra entrevistada que inmediatamente después de la desclasificación por parte del Ejercito de los Estados Unidos de algunos documentos, para que pudieran ser consultados gracias a la ley de Freedom of Information Act, fue difundido un estudio hecho por el Pentágono ya para el 1948 el cual tenía como objeto la creación de un arma de radiación y en 1969 después de varias investigaciones se llega a la conclusión de que un sistema de tal naturaleza al aplicarlo era capaz de producir graves patologías o directamente la muerte de la persona.
Según Pace se trata de un instrumento que emite radiaciones continuas de alta frecuencia entre 1 y 2 GHz llamado “CTX 4000” y dispone de una potencia de un kilovatio. Cuando se apunta con él sobre un objetivo humano por un determinado período de tiempo es capaz de ocasionar “serios e irreparables daños a la salud” y agrega que a esto “se une la circunstancia de que la Embajada de Los Estados Unidos en Venezuela fue en verdad el cuartel general de la Inteligencia. Ella fungía de base de apoyo para un copioso número de agentes los cuales desarrollaban constantemente sobre el territorio venezolano ilícitas actividades clandestinas” y basada en esta información que la exagente italiana maneja afirma que es ‘altamente probable que tal instrumento fue empleado incesantemente por los estadounidenses, con el fin de provocar la letal forma tumoral al Presidente Chávez’.
La ex agente Pace también deja claro en su libro que según algunos dossier de la estadounidense National Security Agency, NSA, Chávez estaba dentro de los seis objetivos principales de la inteligencia americana ya desde el 2007.
La patología que golpeó la salud de Chávez era sumamente rara y extremadamente insidiosa a decir del actual presidente Nicolás Maduro. En el historial médico de la familia Chávez nunca se habían manifestado casos de cáncer por lo que su enfermedad no tenía que ver ni siquiera con una predisposición genética”.