MIENTRAS ELLOS SE LLENAN LOS BOLSILLOS – Otra menor venezolana murió esperando la morfina que le calmara los dolores del cáncer

Otra menor de edad venezolana murió a la espera de la morfina que le hiciera más llevaderos sus últimos días de vida, después de haber sido diagnosticada de cáncer en el tórax desde hace dos años.
Los familiares de la pequeña Camila, de cinco años, relataron a la periodista Juliett Pineda de Efecto Cocuyo el calvario que vivieron las últimas semanas de 2016. Dejaron de buscar las quimioterapias o el Epamin para las convulsiones y se abocaron a la desesperada búsqueda de morfina,  la droga que calmara los dolores de la niña.
Desde las redes sociales fueron acumulando ampollas de una en una, de fundaciones o buenos samaritanos. Kamila y sus padres lucharon hasta el último minuto del 31 de diciembre contra el sarcoma. La primera mañana de 2017, murió a causa de un paro respiratorio.
La escasez de medicamentos hizo  más difícil los últimos días de la niña oriunda del estado Bolívar: 22 ampollas de morfina al día, como le fue recetado por los galenos, habrían ayudado a aliviar su dolor.

“Era lo único que lo calmaba”, señaló Rubén Pérez, uno de los doctores que veía a Kamila en el Hospital Militar, en Caracas. “El mismo tumor que tenía en el tórax, por lo grande que era, le fracturó las costillas. Le desplazó el tórax hacia un lado. Era lo único que medianamente le calmaba las dolencias”.

Pero la poca disponibilidad del medicamento hizo que le tuvieran que suministrar dosis menores de las que necesitaba la niña. Parte de lo que le habían donado desde otras ciudades se quedó represado en Barquisimeto, o Maracaibo, ya que hacer el envío a Caracas era complicado.

Nos tocó colocarle medicamentos vencidos en su momento, pero solo aquellos que tenían menos de tres meses de caducados. Uno de los doctores nos dijo: No hay de otra, vamos a ver si esto le para el dolor”, contó Brisceida Gascón, madre de la menor, a Efecto Cocuyo.

 
Los últimos 18 meses, la madre aseguró que tuvieron que traer el tratamiento de afuera porque las quimioterapias que necesitaba su niña no llegaban al país desde hace dos años. 
Lea el testimonio completo en Efecto Cocuyo. 

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