EL LEGADO – Denuncian alquiler de niños en colas del centro de Caracas
En tiempo de crisis los delitos se incrementan y hasta se inventan. La desesperación de los venezolanos en las colas despierta el “ingenio” de hacer lo inimaginable para acceder más rápido a la compra de productos regulados.
Llegaron a la parroquia La Candelaria, municipio Libertador del Distrito Capital, nuevas denuncias de padres y madres que prestan sus hijos a cambio de dinero a quienes desean agilizar su ingreso a la entrada de un establecimiento para adquirir productos regulados de primera necesidad.
Este modus operandi fue registrado por la Comuna en Construcción “Casco Central Candelaria”. “Ocurre en sitios neurálgicos como en la esquina de Avilanes, donde está el Supermercado Unicasa, y el sector Quebrada Honda (…) Hasta los momentos, son denuncias verbales que hacen los vecinos en la asamblea semanal”, narró a El Pitazo uno de sus integrantes, quien prefirió resguardar su identidad.
Según el testimonio, “los niños pequeños son más fáciles de manipular” y las madres que los cargan a cuestas suelen gozar de un beneficio tácito que les permite avanzar en la fila con mayor rapidez. Los más grandecitos, en cambio, aquellos que pueden permanecer de pie largas horas, prestan su servicio para guardar un puesto en la línea por montos que oscilan entre Bs. 500 y 3.000; “dependiendo de producto que se quiera obtener”.
Para el sábado 28 de mayo, a las 3:00 de la tarde, la comuna organiza una asamblea donde se tratará el tema y a la que asistirán representantes de la Defensa Pública y la Fiscalía General municipal (Fiscalía Municipal Quinta del área metropolitana de Caracas). “Solo así el caso podrá pasar a ser oficialmente investigado”, explicó.
En 2014 aparecieron las primeras informaciones sobre niños alquilados en las colas. El diario La Región reseñó una denuncia que el consejo comunal Ezequiel Zamora llevó ante el Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente de Guaicaipuro, en Los Teques (Miranda), por el alquiler de niños para la realización de colas en módulos de Mercal.
De uno a tres años de cárcel podrían enfrentar quienes sean capturados, pues someten a los pequeños a una deshidratación rápida, bajo el sol inclemente, y a un alto nivel de cansancio. Incluso, los padres que recurran a estas prácticas podrían perder la patria potestad de sus hijos.