¡OTRO GUISO REVOLUCIONARIO! La millonaria estafa que involucra al presidente del Kino Táchira
No solo la suerte ha favorecido a Luis Aníbal Velásquez Rosas. Con solo 25 años de edad, el hermano menor del llamado “Rey de la cabilla” ostenta uno de los cargos más codiciados de Venezuela: la presidencia de la lotería más grande del país, así lo ha reseñado la publicación del portal de investigación, Armando.info.
Su designación fue un traje a la medida, los diputados regionales modificaron con premura una legislación que regía este cargo para que este joven cumpliera con el perfil.
Antes, solo era conocido por ser ancla de la emisión juvenil de Globovisión y por figurar como manager del cantautor Hany Kauam. Hoy es investigado por la Fiscalía de República Dominicana por presuntamente estar involucrado en préstamos fraudulentos hechos por el Banco Peravia.
En República Dominicana quieren saber quién es Luis Aníbal Velásquez Rosas. Se lo pregunta la Fiscalía, los abogados de los clientes afectados por el desfalco del Banco Peravia y hasta algunos ciudadanos de ese país.
Su nombre, al igual que el de un nutrido grupo de venezolanos, es referido un par de veces en los expedientes judiciales abiertos en contra de la quebrada entidad bancaria, propiedad de los venezolanos José Luis Santoro, Gabriel Jiménez Aray y Daniel Morales Santoro, quienes presuntamente están involucrado en una serie de préstamos fraudulentos de miles de dólares.
A Velásquez Rosas le otorgaron 2.000.000 de pesos dominicanos (44.058 dólares) y dos tarjetas de crédito que, al parecer, sirvieron para hacer operaciones fraudulentas que beneficiaron a los banqueros. A esa conclusión ha llegado César Amadeo Peralta, uno de los abogados de las víctimas esquilmadas. El nombre de este joven de 25 años, antiguo presentador de la emisión juvenil del noticiero de Globovisión y actual presidente del Kino Táchira, figura en un listado anexo a la auditoría efectuada por la Fiscalía de Santo Domingo al Banco Peravia. La mayoría, según Peralta, son familiares, amigos o conocidos de Santoro y Jiménez que se trasladaron a República Dominicana para hacer negocios con ellos.
Prófugos de la justicia de ese país, Santoro y Jiménez aparecen en la lista de personas solicitadas por Interpol. El retrato que de ellos elabora Peralta es el de dos personas despreocupadas por seguir los controles que establece el sistema financiero de ese país para sus clientes, que otorgaron tarjetas de crédito de forma indiscriminada y por montos elevados.
Muchas de los favorecidos, dice, sobrepasaban el límite de las tarjetas y no pagaban sus deudas. “Fue una manera de desfalcar a otros ahorristas”, afirma Peralta, quien estima que los culpables pudiesen ser enjuiciados por fraude bancario, enriquecimiento ilícito y lavado de activos, complicidad y asociación de malhechores, entre otros.
Según uno de los informes manejados por la Fiscalía de Santo Domingo, entre sus dos tarjetas de crédito, que vencieron el 1 de noviembre de 2014, Velásquez Rosas tenía un límite de crédito de casi 500 mil pesos dominicanos (un total de 11.011 dólares), con las que efectuó diferentes operaciones que fueron calificadas como “fraudulentas”.
Armando.info intentó conocer la versión de Velásquez Rosas sobre su presunta participación en los préstamos fraudulentos del Banco Peravia y por las denuncias hechas por los legisladores tachirenses, pero no fueron contestadas las peticiones de entrevistas hechas por teléfono y correo electrónico.
@LotDelTachira dejó de ser caja chica de la oposición. En revolución es la casa del pueblo. Mañana lo demostraremos pic.twitter.com/rnfVLxng5E
— LuisAnibalVelázquez (@luisvelazquezr) December 20, 2015
Los negocios familiares
El presidente de la Lotería del Táchira es el menor de los tres hermanos Velásquez Rosas. Su semejanza física con los otros dos es notoria: baja estatura, cejas pobladas, piel clara, nariz redondeada y labios gruesos. “Tus hijos parecen trillizos, son muy parecidos entre sí”, comenta una amiga a Zoraida Rosas, madre de los hermanos Velásquez, en su cuenta de Facebook.
Al mayor, Luis Salvador, se le involucró en una red de venta clandestina de cabillas. Por esto estuvo detenido dos años en las celdas de la Dirección de Inteligencia Militar, pero fue puesto en libertad en 2013. De ese episodio adquirió el mote del “Rey de la Cabilla”.Antes de este escándalo había ocupado cargos como gerente de Comercialización de la Siderúrgica de Orinoco (Sidor), presidente de Ferresidor, miembro de las juntas interventoras de Orinoco, Iron, Briqven y Cemex y fungir como coordinador de Finanzas del PSUV y directivo de los equipos de fútbol y baloncesto, de Mineros y Gigantes de Guayana, respectivamente. Se le vincula con el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez.
Su capital financiero es cuestionado. Según la Gaceta Oficial número 40.550 publicada el 27 de noviembre del 2014, la Contraloría General de la República pide la verificación de la declaración jurada de Luis Salvador y de su esposa, María Assuanda Di Sarli, por presentar inconsistencias.
El hermano del medio, Carlos Aníbal, es un empresario que dirige una influyente cuenta de Instagram (@esen_serio), que acumula más de 1.7 millones de seguidores y exalta el humor sarcástico. Es conocido como “El Nenecio” y por ser pareja de la animadora de televisión y actriz Bárbara Sánchez, además es manager de cantantes y exgerente de Recursos Humanos de Venezolana de Cementos.
Pero a esta familia no solo le une la sangre, también dirigen negocios juntos en el exterior. Luis Aníbal es el presidente de la empresa Grupo Roraima S.A., registrada con un capital de 5.000 dólares en Panamá, el 11 de marzo de 2011, mientras que su madre Zoraida Rosas funge como tesorera y su padre, Luis Aníbal Velásquez, como otro accionista. Esta sociedad anónima se encarga de la compra y venta de bienes muebles e inmuebles.
La compañía Finn Investment Group Corp es otro negocio familiar fundado en Panamá. Como directores figuran Carlos Aníbal, otra vez la madre de los hermanos Velásquez Rosas y el brasileño Antonio Carlos de Oliveira. Solo invirtieron 10.00 dólares para poner en marcha esta empresa que fue registrada el 30 de mayo del 2008 y que se dedica a la compra, venta, transferencia, negociación, financiamiento, entre otras actividades, de “toda clase de bienes”, sean muebles o inmuebles.
Dos personas que conocieron a los hermanos Velásquez Rosas durante su niñez coinciden en que no provienen de una familia con grandes fortunas. “Los padres son muy conocidos en el gremio de la educación. Vivieron mucho tiempo en El Tigre (Anzoátegui). No tenían negocios conocidos. Zoraida es hermana del exgobernador (de Anzoátegui) Alexis Rosas”, dijo una fuente que prefirió resguardar su identidad.
Rosas fue empleada de la Dirección General de Supervisión y Formación de Personal Docente Regional 2 del Ministerio de Educación, donde trabajó como coordinadora entre los años 1976 y 2010. Mientras que el padre, Luis Aníbal Velásquez, también destaca en la docencia en planteles privados del oriente del país. Pero fue hace menos de una década que la suerte de esta familia giró en otra dirección: el de las candilejas y la fortuna súbita.
Por Maolis Castro / Armando.info