Del anti-sistema socialista al narco estado
Esta semana vimos cómo se despedían los reos de uno de sus líderes, una exposición de ilegalidad,descontrol y sobre todo del absurdo. Reos portando armas de alto calibre dejando bien claro quien tiene control del sistema carcelario y virtualmente de parte del sistema judicial en Venezuela.
Pero más allá de eso, hay una reflexión importante: Ésta es la gente (junto con muchos otros) que esta “rodilla en tierra con la revolución” y/o con quien sea que les pague sus servicios de lealtad, lo que ha pasado en Venezuela queda mas claro ahora, es como si en Colombia Pablo Escobar hubiera no solo logrado penetrar el congreso (que casi lo logró), sino que también hubiera llegado a la presidencia y al contol absoluto de todos los poderes.
Es un estado donde la gente decente, los pilares de la sociedad son retratados como negativos, como los que causan los males que maltratan al venezolano. Nuestros artistas, educadores,expertos, políticos, amas de casa, estudiantes, todos, si no participan en la cultura nociva de los líderes del PSUV, son malos, no tienen espacio en la sociedad. Es simple: lo peor de la sociedad se apoderó de los ejes de poder del país.
No es que los militares sean lo peor de la sociedad, pero los golpistas si lo son, los que atentaron en contra de un sistema que aunque defectuoso, nos logró llevar al futuro en su momento, un sistema que costó mucho alcanzar y que era progresivamente y con relevo de liderazgos que se podía mejorar, es como si Veneuela fuera el paciente y el doctor que teníamos y que trabajaba en la cura lo cambiamos por un santero, uno sin poderes mágicos ni nada, con buen verbo pero sin ninguna idea real de como continuar el tratamiento. Este santero que improvisó por 12 años, de repente (especificamente desde el 2012) se cansó de buscar cura y decidió caerle a palos a Venezuela a ver si así se mejoraba más rápido.
Los que tienen el poder hoy no son diferentes en nada a los reos que con orgullo y prepotencia exponían sus armas de fuego, de igual modo los lideres del PSUV actuan fuera de sus facultades, sin temor, con odio, con resentimiento, pero muy peligrosos con todas esas armas que son el heraldo público de todos los Venezolanos, manejan lo que es de todos como cuentas privadas, no actúan como servidores públicos sino como dueños de todo, incluso de las ideas.
Todo esto pasa ante la mirada asombrada de la comunidad internacional, ante muchos venezolanos que tienen la capacidad de cambiar las cosas pero o están muy ocupados siendo “Chavistas de Corazón” (chulos de la patria), o están petrificados de miedo, a éstos últimos no se les puede culpar, yo (y de seguro usted lector) también temo de los “privados de libertad” con las AK47. La más grande ironía es que quienes gozan de más libertad en el país son esos privados de la misma por cometer crímenes.
Quien hoy gobierna Venezuela no es Nicolas Maduro, ni Diosdado Cabello, es quien sea lo suficietemente sinvergüenza para permitir a los traficantes, ladrones, secuestradores, matraqueros, bachaqueros, raspa cupos entro otros bichos tropicales, la continuación de sus “negocios”. Quien sea que proponga detener el narco-estado es un enemigo público, de allí que estén presos algunos políticos como Leopoldo López, Antonio Ledezma, Manuel Rosales y todos los demás, de alli que el blanco de los ataques del aparato de propaganda del gobierno sean los más honrosos políticos y personalidades del país, porque lo moral para el anti-sistema, es malo.
Igual que los Guardias y custodios de la cárcel de San Antonio. Los venezolanos estamos en primera fila viendo impotentes como el PSUV hace exposición de sus armas, en VTV, en los actos públicos, en los discursos, en la Asamblea Nacional, en todo escenario que se monta un bichito tropical, disparan balas que impactan en la moral, la decencia, la democracia y la identidad libertaria del venezolano. Y aun así, los venezolanos no nos rendimos y decidimos darle oportunidad a la opción mas decente, de allí que por fin tenemos representación en la Asamblea Nacional, esos escudos que llamamos diputados, porque eso se han vuelto, escudos que hacen todo lo que pueden por defendernos, no pueden casi legislar, solo defender la libertad, la pequeña llama que queda.
Mucha gente habla de un proceso de transición, pero esto no es possible, porque una transición ocurre cuando se cambia de un modelo a otro, pero lo implementado en Venezuela (especialmente en los últimos 5 años) no es un modelo, es una coartada, una fachada para un gran negocio ilegítimo, es la forma más elegante que encontró lo peor del país para justificar la subida al poder de los ya mencionados bichos, con sus maletinazos, millones de divisas asignadas sin cumplimiento de su parte del contrato, de los yates con drogas, de aviones del Estado venezolano transportando petróleo blanco, de la entrega de armas a “privados de libertad”, del tráfico de todo tipo de productos a través de nuestras fronteras. Es la típica organización delictiva llevada a un nivel macro, es un grupo de pranes dirigiendo al país.
No es fatalismo, es ver las cosas como son, es ser mas realista y menos pendejo, “el tiempo de Dios es perfecto” se puede interpretar como un “por ahora los objetivos que nos planteamos no han sido cumplidos”, un llamado a mantenernos fieles a la tradición democrática, lo más bonito de este cuento es cuando logremos retomar el país, tumbar la fachada del Psuv pero por vías democráticas, son muy pocos los paises que han logrado tal cambio por las vías democráticas, y ésa es la vía por donde debemos transitar juntos los venezolanos decentes.
Escaparnos de nuestros captores es tarea de todos.
David Jose Vilchez.
Sobre el autor:
David Jose Vilchez Rincon, 33, Politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta, residenciado en Hamburgo, Alemania, Master en Políticas Públicas de la Universidad de Erfurt, especialidad en Marketing Politico en la Willy Brand School of Public Policy.