¡LE COBRABA VACUNA A SUS ESCOLTAS! ¿Quién quería matar a Robert Serra? (La verdad al descubierto)

A un año del asesinato del diputado oficialista Robert Serra y de su asistente María Herrera, lo único que se mantiene igual es la duda y la especulación sobre lo que ocurrió la noche del primero de octubre en la casa número 120, entre las esquinas de San Pascual y San Fernando, en La Pastora, Caracas.

La vivienda pintada de crema y rojo, donde se registró el crimen, no está habitada. Solo África, la perra del parlamentario, cuida la casa. Los parientes de Serra —por el ala materna— pasan con frecuencia para “echarle un ojito”, relata una de las vecinas.

“El señor del frente debe saber más, porque él les hace el favor de ponerle comida al perro”, dijo la mujer, quien todavía teme hablar y dar su nombre, a pesar del tiempo transcurrido.

Aunque el crimen está policial y oficialmente resuelto, vecinos, expertos y allegados al parlamentario desconfían de la versión oficial. No creen que el asesinato de Robert Serra fue planificado desde Colombia por paramilitares, con el expresidente Álvaro Uribe a la cabeza.

Por este crimen hay 12 personas detenidas: Edwin Torres (escolta de Serra), Carlos Henrique García, Danny Henrique Salinas, Jhonny Padilla, Neira Palomino, Yusmelys Meregote, Raide Jesús Espinoza, Eddy Ricardo Romero, Waly Pacheco, Anaya Nadis Orozco, Leiver Padilla alias “El Colombia” (presunto autor material) y Julio Vélez (presunto autor intelectual).

El propietario de un abasto, cercano a la vivienda del diputado asegura que el Gobierno enredó todo. “Uno no sabe qué creer. Eso fue todo muy raro. Esos fueron ellos mismos. Pero aquí nunca se sabrá la verdad. Pasará como con Anderson (el fiscal Danilo Anderson, asesinado en 2004)”, dijo.

Aunque la casa donde vivía Serra parece estar intacta, igual al día en que ocurrió el homicidio, ahora presenta dos modificaciones significativas: la puerta de madera de la vieja casona pastoreña (vulnerada con facilidad por los homicidas) fue cambiada por una multi-lock con una cerradura, en teoría “inviolable”; y las cámaras de seguridad de la vivienda (que permitieron la identificación de los victimarios) ya no están.

Unos metros más abajo, está la casa de la junta comunal. Para el momento en que ocurrió el crimen la fachada de esta vivienda estaba ilustrada con el rostro y una frase del presidente Hugo Chávez, doce meses después la imagen fue borrada por una pintura azul que cubre todo el frente.

El homicidio de Serra tiene una serie de particularidades. Sus victimarios se ensañaron ocasionándole 36 heridas con un punzón hasta matarlo y además lo golpearon, por lo que la primera hipótesis se orientó hacia la venganza. Luego, el presunto robo de dinero y armas abrió otro posible móvil. También surgieron rumores sobre supuestos enemigos dentro del chavismo y su vinculación con colectivos armados, especialmente después del procedimiento policial en que fueron presuntamente ejecutados cinco integrantes del Frente 5 de Marzo, colectivo muy cercano al diputado.

1. La venganza laboral o personal

El diputado Robert Serra era un hombre apreciado y querido entre sus vecinos de la parroquia Santa Rosalía, donde se crió. En La Pastora —donde vivía desde hacía dos años—, 23 de Enero y Altavista también era un personaje muy bien visto.

“Regalaba útiles escolares a los niños, ayudaba a la gente con los materiales de construcción para las casas, alquilaba colchones inflables y hacía fiestas para los chamos”, contó Pedro, quien trabaja como mototaxista y se benefició con electrodomésticos entregados por el parlamentario.

Sin embargo, esta imagen de benefactor contrasta con otra faceta de Serra también conocida por Pedro. “Varios de sus escoltas eran amigos míos. Dos de ellos me contaron que el diputado logró meterlos en la nómina del Cicpc para que cobraran por ahí mientras trabajaban con él. Pero luego, en diciembre, el diputado les dijo que tenían que darle el dinero de las utilidades para agradecerle el favor. Les cobró vacuna, pues”, relató.

Pedro contó que sus amigos se molestaron, pero la presión de Serra para ser recompensado por el favor continuó. Los escoltas recurrieron a un jefe del Cicpc, quien los ayudó. Terminaron la relación laboral con el parlamentario chavista y continuaron una carrera en la policía científica.

En julio de 2012 fue asesinado Alexis Barreto Venezuela, quien era escolta de Serra y detective del Cicpc. Nueve meses después (el 15 de abril de 2013) Irene Venezuela, madre del funcionario, declaró a El Nacional:“Para mí, el que mató a mi hijo está dentro de la Asamblea Nacional. Yo como madre siento que la gente que trabajaba con él está metida en ese caso. ¿Por qué si el diputado es inocente no ha dado la cara?”.

Testigos aseguraron que a Barreto se lo llevaron miembros de un colectivo y luego su cadáver apareció con un tiro en la nuca en el Ávila. Este crimen nunca fue esclarecido.

Testimonios de al menos tres allegados a Serra aseguran que en ocasiones tenía dificultades con sus escoltas, pues con ellos no siempre tenía el mismo trato cordial que ofrecía a sus vecinos y las comunidades que visitaba.

En su declaración (difundida en un video presentado por  Nicolás Maduro), Edwin Torres, el escolta que supuestamente planificó el asesinato, confirma que tenía dificultades con su jefe y que fue esto lo que lo llevó a tomar venganza. No queda claro si las diferencias entre ambos eran de tipo laboral o personal.

El ex comisario y experto en investigación criminal, Javier Gorriño, asegura que entre los elementos que orientan la investigación destaca que “había mucha violencia en el cadáver y las heridas que le propinaron no solo eran para causarle la muerte sino para causarle mucho dolor. También lo golpearon. Esto solo tiene dos motivaciones: una venganza, que puede ser pasional; o sacarle información a la víctima”.

2. El robo de armas y dinero

Una vecina y amiga del diputado Robert Serra reveló a Runrunes en octubre de 2014 que el parlamentario tenía una caja de fuerte en su oficina que estaba cubierta con un retrato del presidente Hugo Chávez. “Allí guardaba papeles, objetos de valor, dinero y algunas armas de fuego”, comentó Reina González, quien frecuentaba la residencia del parlamentario en La Pastora y no se explicaba cómo los homicidas lograron abrir la caja.

De allí se llevaron dinero en efectivo, incluido dólares, y documentos personales del diputado. También cargaron con dos fusiles, M-16 y AR-15, según se conoció de manera  extraoficial en fuentes policiales.

Que el diputado hubiera sido torturado para que revelara la combinación o clave de la caja de seguridad es poco probable, pues según muestran los videos del hecho, los homicidas no estuvieron más de 8 minutos dentro de la vivienda del parlamentario. En ese tiempo amordazaron, amarraron y apuñalaron a Serra y a María Herrera.

Cuando ocurrió el homicidio, algunos expertos como el comisario Luis Godoy, ex jefe de la División contra Homicidios del Cicpc, afirmaron que el crimen había sido perpetrado por personas del entorno íntimo del diputado; pues la cerradura de la puerta no fue violentada y probablemente estas personas sabían de la existencia de la caja fuerte, su contenido y quizás hasta su mecanismo de acceso.

Aunque los portavoces oficiales —incluido el presidente Maduro— insistieron en descartar el robo como posible móvil del crimen, en un video difundido por el Gobierno se observa que los homicidas del diputado Serra entran a la casa sin nada en las manos y luego dos de ellos salen cargando con tres bolsos.

“El Gobierno pone un video donde se ve a los delincuentes salir con bolsos. Esos son elementos que te indican la ruta de la investigación”, aseguró Javier Gorriño.

Pocos días después del homicidio, el comisario Godoy declaró a Runrunes: “Creo que la intención era matar al diputado y los objetos eran el pago para los delincuentes que acompañaron al escolta”, afirmó.

Gorriño explica que es probable que Edwin Torres le hablara a Leiver Padilla alias “El Colombia” —quien es señalado de ser el autor material del asesinato— acerca de los bienes importantes que podía tener Serra.

Finalmente el Ministerio Público imputó a los responsables del crimen por homicidio agravado (en el caso del diputado), homicidio calificado (en el caso de María Herrera), asociación para delinquir y robo agravado. Aunque no se especificaron cuáles fueron los objetos robados.

3. Juego de poder entre colectivos

La misma noche del asesinato de Robert Serra, el entonces ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, hizo una declaración alertando a la militancia: “Llamamos a la calma a los miembros del PSUV, a la gente de la Juventud del Partido, a mantener la calma. Les garantizamos que investigaremos a fondo esta situación y seguramente llegaremos en las próximas horas a los responsables de esta monstruosidad. Seguiremos informando a los venezolanos de lo ocurrido”, dijo.

Serra, además de ser el más importante líder juvenil del chavismo y el diputado más joven de la Asamblea Nacional, había logrado ganarse el respeto de los distintos colectivos que hacen vida en el chavismo.

Se movía con libertad entre los grupos más radicales del 23 de Enero, como La Piedrita, fotografiándose incluso con el máximo jerarca de esta organización: Valentín Santana, solicitado por las autoridades por varios delitos.

También tenía vínculos con José Miguel Odreman, líder del Frente 5 de Marzo, un colectivo que opera desde la sede de la desaparecida Policía Metropolitana en Cotiza, y que se ubica en el bando contrario a las organizaciones del 23 de Enero.

Serra visitaba con frecuencia a Odreman, con quien aparece en algunas fotos, según lo confirmó uno de los integrantes del Frente 5 de Marzo. “Eran amigos y nos ayudó una vez que querían desalojarnos”, dijo uno de los coordinadores de este grupo.

Odreman murió el 7 de octubre, seis días después del asesinato de Serra, presuntamente ejecutado —junto a otros cuatro compañeros— por funcionarios del Cicpc en un confuso procedimiento realizado en el Centro Manfredi, en Quinta Crespo. El ministro Rodríguez Torres aseguró que ambas muertes no guardaban relación, y responsabilizó a Odreman de varios delitos. Para esos días se hablaba de una “guerra entre colectivos”.

En La Pastora, están convencidos de que el crimen de Serra fue planificado. “A ese lo picharon… eso fue uno de ellos mismos”, afirman sin titubear, y usando la misma expresión, tres jóvenes de la zona que conversan a dos casas de la vivienda donde fue asesinado el diputado. “Eso fue porque él era el que destacaba”.

El ahora diputado Juan Contreras, quien estaba vinculado a la Coordinadora Simón Bolívar, era el suplente de Robert Serra, ocupa el curul del joven prospecto rojo.

4. Crimen planificado desde Colombia por paramilitares

La tesis del crimen por político fue adoptada y promovida por el oficialismo a menos de 24 horas de ocurrido el asesinato de Serra y su asistente. El presidente Nicolás Maduro dijo el 3 de octubre que se trataba de un crimen con “connotaciones políticas”, y lo relacionó con la lucha contra el paramilitarismo vinculado con la “ultraderecha colombiana y la oligarquía fascista venezolana”.

El mandatario agregó que fue “un crimen cometido para conmover al Estado, a la sociedad y al país. Para llevarnos a la violencia. Su móvil, su inspiración, su preparación, su financiamiento tiene el objetivo de desestabilizar al país y forma parte de una cadena de crímenes que se han planificado y que nosotros hemos disipado a tiempo”, indicó.

El mandatario no mostró pruebas ni videos para argumentar sus afirmaciones. Sin embargo, esta tesis más impulsada desde el oficialismo y la que promueve el proceso judicial contra los detenidos . Maduro también acusó al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, de ser el autor intelectual del crimen, mientras que Leiver Padilla, alias “El Colombia”, sería el autor material del asesinato. Además, fue detenido el concejal colombiano Julio Vélez, por cargos de supuesto financiamiento al crimen.

Padilla, alias “El Colombia”, desmintió las declaraciones del presidente Nicolás Maduro: “Son mentiras. Me están usando de chivo expiatorio. Me están tendiendo una trampa”, dijo en una entrevista al periodista del Miami Herald, Jim Wyss.

Padilla fue detenido en Colombia y extraditado a Venezuela. Se encuentra recluido en una dependencia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en El Helicoide. Otras 11 personas presuntamente relacionadas con el caso también están tras las rejas.

Estos detenidos tienen restringidas las visitas y en lugar de haber sido llevados a una cárcel común se encuentran en una condición especial. “Esto lo hacen para que estas personas no hablen con nadie. No cuenten lo que en realidad pasó. Es una forma de tenerlos controlados y vigilados”, explicó Gorriño.

Un trabajo publicado por el periodista Deivis Ramírez en la revista Clímax relata las condiciones de aislamiento en que mantienen a Leiver Padilla, quien no ha recibido visitas desde que fue extraditado a Venezuela.

Magdalia Sequera, madre de María Herrera, confirmó en exclusiva a Runrunes que su hija era la asistente de Serra, y aunque no era una figura pública sí compartía con él su militancia en Psuv. “Eran jóvenes que luchaban por un mejor país”, dijo y precisó los muchachos tenían 14 años de amistad.

Aseguró que María nunca le dijo que el diputado tuviera enemigos. Se seca las lágrimas, que brotan al recordar a su hija, y asegura que cree en la tesis del Gobierno sobre el asesinato. “Sí, nosotros creemos en la versión del Gobierno —dijo incluyendo a sus familiares— por todos los argumentos que tienen”, señaló sin ahondar.

Dijo que conoció a Edwin Torres, pero poco. “Él nos acompañó de la morgue hasta la casa el día del crimen. Y estuvo cuando se hizo el primer rezo. Después resultó que era el asesino. Cómo hay tanta crueldad para hacer lo que hizo y luego convivir en esos momentos con la familia”.

Runrunes

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