LO QUE LOS CORRUPTOS OFRECEN PARA VENEZUELA – Comer “Piedras Fritas” y hacer “Colas Sabrosas”, las promesas cumplidas de la revolución
Los venezolanos vemos con indignación cómo mientras vivimos la peor crisis de toda nuestra historia, la minoría que hoy lo único que defiende son sus privilegios en el poder, manda a la mayoría a disfrutar de colas sabrosas o a comer piedras fritas , han sido las penosas declaraciones de los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela, Jacqueline Faría y Rangel Gómez.
Julio Borges / Notitarde
Esa es la Revolución, como bien decía Jacqueline Faría en sus penosas declaraciones, es un modelo político que no da para más, tras haber robado, regalado y malgastado el mayor ingreso petrolero que haya tenido Venezuela en toda su historia: un billón de dólares y haber realizado cientos de expropiaciones y persecuciones a la empresa privada que nos han hecho tener que comprar afuera lo que bien hoy pudiéramos producir acá, generando miles de empleos y productos. Una impresión de billetes sin freno que hace que el bolívar cada día valga menos, empobreciendo a los venezolanos. Un modelo que mantiene clausurado todos los poderes a su favor, evitando el debate y la resolución de nuestros principales problemas.
Cuando usted esté haciendo cola por aquí o por allá para tratar de conseguir un kilo de esto o un kilo de aquello, recuerde que los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela, los mismos que ahora los mandan a hacer colas sabrosas y a comer piedras fritas, fueron muy valientes para decir sí y aplaudir todas las locuras del gobierno, se taparon los ojos ante la corrupción y la regaladera de petróleo a otros países y jamás, ni una sola vez, se les ocurrió interpelar a un ministro para cuestionarlo ante el empeoramiento de los graves problemas de Venezuela.
No se les puede dar otra oportunidad para que sigan mudos, sordos y ciegos en el Parlamento. Venezuela quiere un espacio que no engavete ni se tape los ojos ante los problemas, Venezuela quiere que se discutan las soluciones. Ese lugar es la Asamblea Nacional, que a través de una nueva mayoría podrá abrir la discusión para dar libertad a quienes injustamente están en la cárcel, para hacer las reformas necesarias que disminuyan el grave deterioro de nuestra economía, y para reformar el sistema judicial y poderes públicos que permitan que exista verdadera justicia y democracia.
Se debe controlar el gasto del dinero de todos e impedir que se endeude más a todos los venezolanos, establecer mecanismos de ahorro, cumpliendo con la Constitución. Derogar las expropiaciones y dar incentivos a nuestros pequeños y medianos productores a través de una Ley de Producción y otras reformas necesarias en las leyes del país, para que produzcamos libremente aquí, creando productos y empleos, dejando de comprar todo afuera, y llenando los anaqueles de productos con etiquetas de Hecho en Venezuela.
El 6 de diciembre los venezolanos elegiremos dos caminos claros: Maduro y la crisis o la Unidad y el Cambio. Y es que a partir del 5 de enero de 2016 los venezolanos tendremos un nuevo poder que escuche los problemas de los venezolanos y se dedique a atenderlos. Porque los venezolanos no merecen ni comer piedras ni hacer colas sabrosas, merecemos vivir y no sobrevivir.