¿HASTA CUANTO LLEGARÁ EL DÓLAR PARALELO? El derrumbe del bolívar (por José Guerra)
El derrumbe del bolívar y el alza del dólar son las dos caras de la misma moneda. El precio del dólar en el mercado paralelo en Venezuela ha alcanzado niveles francamente demenciales. Hace cerca de un año, a mediados de julio de 2014, el dólar se cotizaba en 70 bolívares y hoy su valor es superior a 520 bolívares. Es alucinante el desplome del bolívar en el verdadero mercado de divisas en Venezuela: el mercado paralelo. Una depreciación de esa magnitud no puede explicarse por factores estrictamente económicos. Actualmente están jugando un conjunto de elementos de naturaleza extraeconómica que contribuyen a explicar el incremento del precio del dólar.
No cabe dudas que para comprar dólares hay que tener bolívares y estos lo imprime el BCV. De manera tal que una de las causas de la disparada del billete verde tiene que ver con lo que hace el instituto emisor venezolano, que se ha convertido en una especie de imprenta, de cuyas rotativas salen cada día millones de billetes dispuestos a comprar cualquier bien antes de que estos aumenten de precio. Con la emisión de billetes y monedas aumentando a un ritmo de 81% en junio de 2015 respecto a junio de 2014, claramente existe una presión para que el dólar aumente de precio. Pero ello no es suficiente para dar cuenta de la depreciación del bolívar y el encarecimiento del dólar. También hay que destacar la fuerte caída de las reservas internacionales en manos del BCV, que acumulan una declinación hasta la primera semana de julio de 6.200 millones de dólares, lo que equivale a una pérdida de divisas de más de 1.000 millones de dólares mensuales. El mercado lee estos datos y concluye que las autoridades monetarias no tienen músculo para contener la tendencia alcista de la divisa estadounidense y se apresura a comprar a cualquier precio, porque mañana el precio será mayor.
Un dólar a 500 bolívares o más, no es ni barato ni caro. Puede lucir muy costoso, pero en sí mismo no lo es. Todo va a depender de cuánto estime el público que va a costar mañana. Quienes compraron dólares a 200 o 300 bolívares hace cuatro meses, hoy han obtenido una ganancia fabulosa. Y lo mismo podría suceder con el precio actual en la vecindad de 500 bolívares. No hay un solo indicador que apunte a que el dólar puede bajar de precio.
Toda esta situación ha creado un estado psicológico que refuerza el efecto manada, el cual consiste en seguir lo que otros hacen para salvar su patrimonio. Muchas veces algunas especies animales corren despavoridas ante la sola presunción de que se acerca un depredador. Lo mismo sucede en los mercados financieros: el público menos informado sigue a los que se suponen tienen mejor información. Por ello, cuando se siente la demanda de divisas en el mercado paralelo del dólar, quienes están indecisos optan por comprar de una vez, antes de que sea tarde.
El alza sostenida del dólar paralelo tiene una incidencia inflacionaria no despreciable que se hace mayor por la inacción de unas autoridades económicas paralizadas, sin iniciativas y sin ideas para estabilizar la economía. El gobierno tiró la toalla en la lucha contra el dólar paralelo porque ninguno de los instrumentos que ha empleado ha dado resultado. Entre tanto, el país se desplaza hacia la hiperinflación.
Fuente: JOSÉ GUERRA / El Nacional