DESASTRE TOTAL – Caraqueños se ven obligados a convertirse en “caminantes” ante la crisis del transporte público
“‘¿No funciona el Metro? Entonces camino’. Incluso, cuando está funcionando uno prefiere caminar. Actualmente somos otros, pero hay personas que únicamente han vivido esta tragedia”, son las palabras del sociólogo Francisco Coello, quien explicó lo que se sufre a diario por la crisis que atraviesa el transporte público, como parte del colapso de los servicios en Venezuela.
Durante una entrevista concedida al diario El Nacional, indicó que los ciudadanos se han adaptado a las situaciones de precariedad y de hostilidad para sobrevivir al caos, el cual significa vivir entre cortes eléctricos, escasez de agua e inflación.
“Hay momentos en los que me toca usar el Metro, pero me da pánico quedarme encerrada y tener que caminar entre las ratas dentro de los túneles. Llego hasta más rápido caminando, uno se cansa, pero tampoco puedo gastar dinero en pasaje todo el tiempo”, dijo una ciudadana llamada Coromoto, declaraciones que reflejan la magnitud del deterioro del mencionado sistema de transporte.
Por su parte, Ricardo Sansone, presidente de la ONG Familia Metro, consideró que el resurgimiento de los caminantes es una forma de los venezolanos de escapar del horror y la crisis.
“Los caminantes tratan de no caerse a mordiscos y a trancazos, de viajar hacinados en un tren caluroso o de lidiar con los delincuentes. Tratan de evitar hacerse la vida más ingrata”, afirmó.
No solo la falta de buses y fallas del Metro de Caracas influyen para que la gente decida caminar, también el bolsillo. Esto, porque un ciudadano puede invertir en pasajes alrededor de 30.000 bolívares semanales para dirigirse hasta su lugar de trabajo. Este monto representa casi un salario mínimo, establecido actualmente en 40.000 bolívares.
A esta problemática se une la falta de dinero en efectivo. “No me alcanza para nada y eso que trabajo todo el día. Tengo un hijo que se fue hace un año a Perú y con lo que me manda a veces puedo resolver un poquito más, pero esto es insostenible, ya no se aguanta”, comentó otro ciudadano.