EL GRAN LEGADO – 5 cosas que demuestran el dramático deterioro de la calidad de vida en Venezuela

Aunque parezca dramático afirmarlo, los venezolanos ya no vivimos. Sobrevivimos y con una cruz a cuestas. Sin posibilidad de satisfacer por completo un derecho humano fundamental como el de comer; con temor a enfermarnos porque cualquier mínima condición puede derivar en muerte ante el colapso de la salud, la escasez de medicinas y la imposibilidad de pagar por salud privada. Sin agua, sin luz, con un sistema de transporte colapsado y sin opción a recrearnos.
La revolución definitivamente logró su propósito de desmontar toda la estabilidad democrática que, con todo y sus problemas, había logrado subsistir por más de 40 años. Tal y como lo dijo hace unos días el presidente colombiano saliente, Juan Manuel Santos, tal parece que un peligroso huracán de categoría cinco se instaló en el país y sigue a diario azotándonos con sus coletazos.
En el último año, el deterioro de la calidad de vida ha sido sencillamente abrumador. El dólar pasó de 8 mil bolívares a 3 millones de bolívares y la inflación ya asciende a los 5 dígitos. Aunado a ello, las esperanzas políticas de lograr una salida al entuerto se alejaron después del polémico proceso electoral del 20 de mayo.
Estas cinco situaciones que reseñamos a continuación retratan parte del karma que seguimos pagando en Venezuela. Y quién sabe hasta cuándo:

Perreras nuestras de cada día:

Hace un año parecían una “excentricidad” pero estos rústicos medios improvisados de transporte llegaron para quedarse, ante la paralización de más del 60% de la flota de transporte público en el país por el colapso económico.


El pasado 19 de junio, el presidente del Comité de Usuarios del Transporte Público, Luis Salazar, denunció que en los últimos dos meses se han registrado 26 muertes por el uso de “perreras”, camiones 350 que se utilizan como alternativa de transporte público y que no ofrecen ninguna medida de seguridad a sus pasajeros.


En estados como Carabobo, el gobernador Rafael Lacava importó unos autobuses viejospara medio paliar la situación, pero se han ido accidentando. Y es que el Estado no puede absorber todos los servicios del país porque la consecuencia siempre será la misma: algun conejo se quema si se asan muchos.

Foto: @rafaellacava10

Secos, secos

Los funcionarios chavistas se emocionan cuando uno de sus oponentes se queda “seco”como ellos dicen, pero lo cierto es que han dejado seca a casi toda Venezuela. Y no solo por el arrase económico, sino porque contar con agua potable se ha convertido en un lujo y en una añoranza.
A los ciudadanos solo les falta hacer la danza de la lluvia y ni siquiera eso es suficiente porque el problema no es de sequía como han querido hacer ver,  sino por falta de mantenimiento.
Y aunque decían que la ciudad capital era la “intocable” que no padecía este tipo de racionamientos, el 2018 ha sido el año más preocupante en la ciudad por este tema. Casi todos los municipios de la Gran Caracas son sometidos a cruentos racionamientos que, en ocasiones, superan varios meses.
En algunas comunidades de Los Teques han llegado al extremo de extraer aguas de alcantarillas para abastecerse del líquido. Otros se van hacias las tomas de la Cota Mil y hacen cola para llenar sus pipotes y tobitos.

Epidemias

Un país que llegó a ser pionero de inmunización contra varias enfermedades prevenibles y que se jactó durante décadas de contar con los mejores profesionales de salud hoy en día comparte la presencia de enfermedades antes erradicadas con las naciones más empobrecidas de África. 
Según el informe emitido por la directora de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), en Venezuela se evidencia un aumento de 406.289 casos de malaria en el último año. El sarampión también resurgió y está presente en 21 de los 24 estados del país con 1.558 casos.
Otras enfermedades como la difteria, la tuberculosis y hasta la polio se volvieron a presentar en el país, causando muertes y complicaciones a su paso. De la tuberculosis, la OPS precisa que mientras en 2014 hubo 6.063 casos, la información preliminar disponible para 2017 apunta a que se superaron los 10.000.

Siempre a oscuras

Los apagones no son de reciente data, pero lo que sí es cierto es que este año se han masificado. Y llegaron a Caracas.
Son varias las zonas de la ciudad capital que salen “premiadas” en la lotería de las tinieblas con frecuencia.  Los apagones son constantemente reportados en redes sociales y lo que antes era una “rareza” que presagiaba protestas o algún tipo de rebelión popular paso a convertirse en algo “natural”.


Y con todo y eso, en la ciudad capital aún son “privilegiados”, ya que en estados comoZulia, los apagones se prolongan hasta por días. Tanto así que el secretario de gobierno chavista llegó a culpar hasta a los “equinochis” (dixit, término con el que se quiso referir al “equinoccio”) de esta irregularidad.
El funcionario también atribuyó los cortes de luz a la supuesta mayor cercanía del Zulia al Sol:

El flagelo del hambre

Ni que aumentaran el sueldo a diario el venezolano podría comer adecuadamente. La hiperinflación que muchos analistas pronosticaban, presionaría en no menos de un año un cambio de gobierno, parece no tener fin.
Una reciente encuesta concluyó que 80% de los venezolanos se sienten pobres. En redes sociales, los relatos del hambre son comunes y cada vez se reportan más muertes por desnutrición, principalmente de niños:


Relatos dramáticos como el de esta señora, que tuvo que cruzar la frontera y  cuyos nietos murieron por desnutrición, desarman al más plantado y retratan la tragedia de todo un país:

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