LA PEOR VERGUENZA DE VENEZUELA – Militares venezolanos colaboran con terroristas de la guerrilla colombiana
Visten de negro, botas de caucho, armas de guerra, capuchas y han sembrado terror en la frontera, específicamente en San Antonio del Táchira. Se mueven libremente frente a las autoridades militares venezolanas. Ellos son un grupo de la guerrilla colombiana, llamado Ejército Popular de Liberación (EP), más conocidos como “Los Pelusos”, publica El Estímulo.
Por SEBASTIANA BARRÁEZ @SebastianaB
Se ha venido enfrentando en las calles del pueblo con los paramilitares, que desde hace años controlan ese territorio. Los paracos han actuado en acuerdo tácito con miembros de la Guardia Nacional Bolivariana. El negocio es así:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela especifica que “La Guardia Nacional cooperará en el desarrollo de operaciones (planificación, ejecución y control de las operaciones militares requeridas para asegurar la defensa de la Nación) y tendrá como responsabilidad básica la conducción de las operaciones exigidas para el mantenimiento del orden interno del país. La Fuerza Armada Nacional podrá ejercer las actividades de policía administrativa y de investigación penal que le atribuya la ley”.
Es la Guardia Nacional la autoridad en la frontera. Es la que tiene el poder de permitir o impedir el pasode personas hacia Colombia, es la que puede prohibir o permitir el paso de productos, sea alimentos, medicamentos o cualquiera que sea rentable para el contrabando.
Desde hace años, cuando llegó el grupo “Las Águilas Negras” hubo un enfrentamiento entre este grupo paramilitar y la GNB, que rápidamente fue solventado en un acuerdo de cooperación y un pacto de no agresión entre el grupo armado irregular y la fuerza pública regular, según confiaron fuentes militares que requirieron el anonimato por razones de seguridad.
Desde el Gobierno Nacional hubo gran indiferencia ante lo que sucedía en la frontera, a pesar de los gritos de advertencia que desde diversos medios de comunicación la población le hizo al Estado venezolano.
Durante años la Guardia Nacional convivió con los paramilitares, aún después que “Las Águilas Negras” fueron desplazadas por otros grupos paramilitares, llamados “Los Urabeños” y “Los Rastrojos”. Es así como se impuso la “vacuna” o el cobro de extorsión, primero a los contrabandistas, al pasar por las alcabalas rumbo a Colombia, y luego a todo aquel comerciante dueño de negocios grandes o pequeños.
Era la Guardia Nacional la que inicialmente cobraba la “vacuna”, pero ante la cantidad de denuncias y el crecimiento vertiginoso de la “gran industria del contrabando”, se aliaron con los paracos, quienes se encargaban de cobrar la extorsión, a través de una figura llamada “El Mosco”. Esta persona recibía el dinero y a cambio facilitaba una clave, que el contrabandista debía suministrar al funcionario militar en la alcabala respectiva, y solo así le permitía el paso sin requisar el vehículo.
Llegó así la época en que los militares ya no eran enviados como un castigo a la frontera, sino que incluso los guardias nacionales empezaron a pagar altas sumas de dinero para ser asignados a las alcabalas fronterizas.
Aunque el producto por excelencia del contrabando era el combustible, con el avance del deterioro económico en Venezuela y la inclusión de mayor cantidad en la lista de productos subsidiados, también se amplió la cesta del contrabando.
Los paramilitares impusieron el “orden”, a través de la amenaza, el sicariato y el secuestro de jóvenes en la región. Durante años, paracos y GNB actuaron con total impunidad, hasta que hace unos meses apareció el Ejército Popular de Liberación (Los Pelusos), quienes han venido secuestrando y asesinando a los paramilitares, a quienes han sustituido en el control de ese territorio.
El comandante Fidel
La primera acción de “Los Pelusos” fue enfrentar a los paramilitares desplazándolos del lugar que usaban como cuartel central, en el sector “Llano Jorge”, de San Antonio del Táchira; ahora el EPL instaló allí su centro de operaciones.
Han ejercido la violencia, asesinando a quienes identifican como paracos, mientras que por otra parte han secuestrado y desaparecido a jóvenes que no creyeron en la advertencia de que se fueran de la zona o serían ajusticiados.
El jefe de “Los Pelusos” es alias “Comandante Fidel”. Él no sólo comanda el grupo guerrillero, también se encarga de las relaciones públicas del grupo, reuniéndose con autoridades, negociando la libertad de los secuestrados y otras gestiones.
El Ejército popular de Liberación ha recibido ayuda de funcionarios del componente del Ejército Bolivariano venezolano, incluso de un oficial de alto rango, quien mantiene comunicación con el “Comandante Fidel”.
Fue él quien permitió que “Los Pelusos” se instalaran en los cambuches, que a ambos lados del río Táchira ocupaba, hasta ese momento, la Guardia Nacional.
Cuesta entender que el Alto Mando Militar no se dé por enterado de lo que está sucediendo en territorio fronterizo y de la participación de oficiales en esa relación de complicidad con la guerrilla.
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