UN DELINCUENTE TRATADO COMO HEROE – Buses de la vicepresidencia se usaron para trasladar a familiares del colectivo Heyker Vásquez en su entierro

A través de un texto difundido por el portal El Pitazopadre Alexander Hernández, capellán del Cementerio del Este en La Guairita, Caracas, relató las grandes diferencias entre el sepelio del colectivoque cayó durante la masacre del Junquito, Heyker Vásquez, y los líderes de la resistencia asesinados el pasado 15 de enero.
El padre aseguró que a Heyker Vásquez le rindieron hasta honores. El sujeto de doble identidad, líder de un colectivo del 23 de enero, también servía como agente de la Fuerza de Acciones Especiales (Faes) bajo el nombre de Andriun Ugarte.
Aseguró que el día del entierro del sujeto, al entrar al camposanto, vio tanto a hombres pertenecientes a colectivos y tantos funcionarios de la Policía Nacional Bolivarianavestidos de negro, exhibiendo fusiles y armas cortas. Esto sin dejar de lado los autobuses de la Vicepresidencia de la República, los cuales con un cartel de “Uso de la Vicepresidencia” se habían encargado de llevar a familiares y amigos a la terraza donde fue enterrado el colectivo líder del movimiento Tres Raíces. 
A través del mensaje de Whatsapp, el padre contó cómo durante la ceremonia dos chicas de protocolo, con un gran libro de actas y un narrador del evento, dieron inicio al entierro.

Se entonó el Himno Nacional e iniciaron el homenaje con ráfagas al aire. Niños y adolescentes también brindaron honores, pero no caminaban solos, sino en sus brazos reposaban fusiles, mientras gritaban ‘Heyker vive, vive. La lucha sigue, sigue’”, destacó.

El ambiente contrastó drásticamente con lo que apreció el 20 de enero, fecha en la que llegaron los cuerpos dl eexfuncionario de la Dgcim, José Ángel Díaz Pimentel, y de Abraham Agostini. La Guardia Nacional impedía el paso a la prensa y le prohibía el acceso a familiares no director. 
A las 8.30 am arribaron la mamá y la hermana de Agostini, también una prima de Pimentel. Antes de su llegada, en la terraza ya estaba una fiscal del Ministerio Público, periodistas de medios del Estado. A los familiares le decomisaron sus teléfonos celulares. 
La imagen que retumba en la mente del padre Hernández es la de la madre de Abraham Agostini mientras abrazaba el ataúd donde reposaba su hijo asesinado, quien, en medio de su llanto, le preguntó “¿Dónde está Dios? Él detalla que la observó a los ojos y le respondió desde el silencio”. 

La prima de Díaz Pimentel, por su parte lloraba desconsoladamente sobre el ataúd del compañero de Óscar Pérez, gritándole: ¡Mira cómo le desfiguraron el rostro! Mientras trataba de responder, buscaba mediar con las autoridades para que demoraran la hora del entierro, porque todavía faltaban los hijos del exdgcim.

Al día siguiente, el grado de humillación llegó al máximo. El cuerpo de Óscar Pérez llegó a las 6:00 am. La orden en este caso era cero contemplación. En el sepelio de Pérez estuvieron presentes el padre, su tía Aura, su prima y el centenar de funcionarios de la Guardia Nacional. “Ni porque le rezara cinco rosarios al coronel encargado de la operación iba dejar entrar a más personas. Ni porque le rogara iban a entrar en razón”, escribió.

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